Hoy en día, las ventosas se usan principalmente y se recomiendan para tratamientos que van desde dolor, trastornos gastrointestinales, enfermedades pulmonares (especialmente tos crónica y asma) y parálisis, y muchos otros trastornos también.

 

Cuando la jarra extrae el tejido subyacente, se formará una estasis sanguínea y el área ahuecada aparecerá magullada. Se dice que cuanto más oscura se vuelve el área, más estancada está la sangre en esa área y se liberan más toxinas.

 

Si bien las ventosas normalmente producen hematomas y algo de hinchazón, la sesión real no es dolorosa. En cuanto a los moretones, son menores, inofensivos y desaparecerán en unos días.